FRUTAS DE HUESO

AUTOR: Esther Escolán
PUBLICADO EN LA REVISTA SABOR Nº 346

Además de por su pulpa suave y jugosa, estas frutas típicas de verano aportan al organismo vitaminas, minerales, agua y fibra. ¿Te las vas a perder?

Estamos en plena temporada de melocotones, nectarinas, ciruelas, albaricoques, paraguayas y cerezas. Todas estas frutas de hueso alcanzan su estado óptimo de madurez durante los meses estivales, algo que se nota en su olor, su jugosidad, su sabor… ¡Descúbrelas!

Propiedades nutritivas. Aportan al organismo vitaminas A y C y minerales como el potasio. Además, son frutas altamente refrescantes e hidrantes, ya que contienen entre un 70 % y un 90 % de agua. También son una fuente ideal de fibra, por lo que tienen un gran efecto saciante y contribuyen a mantener el tránsito intestinal.

Compra y conservación. Debes asegurarte de que las piezas estén firmes. También hay que comprobar que no tengan ningún golpe o zonas blandas. Ya en casa, estas frutas deben dejarse madurar fuera de la nevera. Y, una vez maduras, podrán conservarse en el frigorífico hasta una semana. Procura ponerlas de manera que no estén apiladas.

Muy versátiles. Suelen comerse en crudo, a la hora del postre, pero también pueden dar una nota de color, y de dulzura, a una gran variedad de recetas e, incluso, de cócteles y helados. ¡Inclúyelas en tus menús!