LA TABLA DE QUESOS PERFECTA

AUTOR: Rosa Mestres
PUBLICADO EN LA REVISTA SABOR Nº 328

Por su vistosidad y su gran variedad de sabores y texturas, las tablas de quesos nunca pasan desapercibidas en las mesas.

Las fiestas de Navidad son un buen momento para preparar en casa una tabla de quesos que, además de quedar espectacular, haga disfrutar a tus invitados con los sabores, texturas y aromas de las distintas variedades escogidas. Aunque lo más recomendable es dejarte aconsejar por los especialistas que están en nuestras tiendas, hay unos criterios que te pueden ayudar al hacer tu compra. 

 

distintas variedades

Una de las primeras cosas a tener en cuenta es pensar en el número de variedades que se deben comprar. Aunque no hay normas estrictas, la mayoría de expertos recomiendan incluir entre cinco y siete variedades diferentes de quesos. De esta manera los comensales disfrutan de todos los sabores sin llegar a hartarse. También hay que pensar en la procedencia del queso, el tipo de leche usado para elaborarlo, su tiempo de curación... Una propuesta interesante puede ser hacer una tabla monotemática solo con quesos elaborados en nuestro país. La variedad es amplísima y, además, no te defraudarán. 

 

Cómo presentarlos 

La presentación y el corte también son dos aspectos muy importantes. Los quesos de pasta dura o semidura, por ejemplo, hay que servirlos en triángulos, sin retirar la pasta exterior para poder cogerlos con los dedos. Lo ideal es cortar los triángulos poco antes de iniciar la cata, para que no se sequen ni suden.  Los de pasta muy dura, tipo parmesano, se rompen en trozos o lascas irregulares.

Los quesos de pasta blanda se pueden presentar en lonchas, taquitos o palitos.

Los quesos azules, el queso de cabra en crema o la torta del Casar son buenos ejemplos de quesos para untar. La delicada textura de estos productos puede provocar que se rompan enseguida y, por tanto, es mejor colocarlos en tarrinas o botecitos.