NAVIDAD, DULCE TRADICIÓN

AUTOR: Montse Barrachina
PUBLICADO EN LA REVISTA SABOR Nº 336

Polvorones, barquillos, roscón de Reyes... En nuestro país disfrutamos de un gran surtido de dulces típicos de estas fechas.

Los dulces de Navidad son fruto de antiquísimas recetas que han perdurado a lo largo de los siglos. Griegos, romanos, árabes, hebreos, cristianos... han dejado su impronta en productos elaborados con ingredientes tan sencillos como la almendra, la miel y el azúcar. La conservación de esta exquisita repostería hasta nuestros días se debe al buen hacer de los maestros pasteleros, pero también a la labor que han llevado a cabo las monjas de clausura, quienes han confeccionado estos pastelitos con fidelidad al recetario original.

Uno de los dulces más típicos de estas fechas es el mazapán, que los árabes denominaban mautha-ban (rey sentado) porque sobre la pasta imprimían el relieve de una moneda con la efigie de un califa sentado. Pero la elaboración que nosotros conocemos llegó en el siglo XVI de la mano de las monjas del convento de San Clemente, en Toledo, quienes hicieron un “pan de maza” con almendra y azúcar machacados para aliviar la hambruna. Después fue habitual añadir patata, clara de huevo, agua o sirope de maíz para trabajar mejor la masa y moldearla en formas o figuritas.

 

Típicos de Andalucía

Otros de los pastelitos más populares son los mantecados, unas pequeñas tortas que se elaboran con manteca de cerdo, harina de trigo y azúcar. Las localidades sevillanas de Antequera y Estepa se disputan la autoría de este dulce que se empezó a producir en el siglo XVI por un exceso de cereales y manteca de cerdo. 

Para que los mantecados aguantaran frescos más tiempo, en el siglo XIX la estepeña Filomena Micaela Ruiz les dio una textura seca con menos manteca, más harina y almendra molida. Así nacieron los polvorones, que se presentan envueltos en papel de seda para aplastarlos antes de consumirlos y evitar que se desmigajen. 

Muy similares a los anteriores son las hojaldrinas o nevaditos, también propios de Andalucía. Se elaboran con harina de trigo, manteca de cerdo, azúcar, zumo de naranja y vino, y por dentro llevan capas de hojaldre que les dan una textura y un sabor característicos. Por otra parte, de la provincia de Toledo proceden las marquesas, unos bizcochitos esponjosos, que se preparan con harina de almendras, huevo, azúcar y ralladura de limón. 

También forman parte de la repostería navideña las peladillas, esas almendras confitadas tradicionales de la Comunidad Valenciana. Podrían tener su origen en la antigua Grecia, donde se obsequiaban almendras bañadas con miel como recuerdo de boda. O en la Roma clásica, donde se elaboraban unas peladillas similares para los bautismos.

 

Origen religioso

En cuanto a los barquillos, proceden del pan de ángel que se ofrece en las iglesias. Son hojas delgadas de pasta de harina, azúcar, mantequilla y canela, frágiles y en forma de tubo. En la época medieval eran muy populares entre los reyes y señores.

Por último, uno de los dulces más esperados es el roscón de Reyes, porque se consume el 6 de enero para merendar. Es un pan dulce, adornado con fruta escarchada y azúcar espolvoreado, y en su interior se suele incrustar un haba y la figurita de un rey.