PLÁTANO

AUTOR: Diana Rodríguez

El plátano ha cautivado con su dulzor la mesa de los cinco continentes. Esta completa fruta tropical es un reclamo para el paladar, procura energía para afrontar el día a día y aporta infinidad de beneficios para la salud. Conoce todos sus secretos.

Gracias a su practicidad y su cremosa pulpa, el plátano se ha convertido en una de las frutas predilectas de pequeños y mayores. Se cree que es originario del Sudeste Asiático y que llegó a Canarias en el siglo XV. Desde entonces, esta fruta es el principal cultivo del archipiélago y supone un 95 % del consumo nacional. El clima subtropical de las islas permite que el plátano alcance una madurez privilegiada, lo que se traduce en una concentración de nutrientes y un aroma de alta calidad.

 

La fruta de la alegría

El plátano cruza cada día fronteras haciendo feliz y llenando de nutrientes a quien lo come. Podemos encontrarlo en el mercado durante todo el año y entre sus componentes cuenta con triptófano y potasio, dos elementos esenciales en la preservación de la memoria y el estado de ánimo. Además, según la Fundación Española de la Nutrición, esta fruta destaca por su riqueza en hidratos de carbono (20 %) y vitamina B6 (cubre el 30 % de las ingestas recomendadas de esta vitamina en adultos de 20 a 39 años con actividad física moderada).

Por otra parte, su pulpa contiene glucosa, dextrosa y sacarosa, que se transforman en energía inmediata, por lo que esta fruta es muy recomendable entre comidas o mientras se está haciendo un gran esfuerzo físico.

Su consumo moderado también ayuda en las dietas de adelgazamiento, ya que aporta sensación de saciedad y contiene más de un 3 % de fibra.

 

Cómo conservarlo

Para conseguir una conservación óptima, lo ideal es mantener el plátano en torno a los 10-12 °C en una zona fresca y estable. Si buscamos que el producto madure en poco tiempo, lo recomendable es dejarlo fuera de la nevera y cubrirlo con papel. Pero ¡cuidado con esta técnica en verano! El calor puede provocar que se estropee con mucha facilidad. Por el contrario, si queremos conservarlo más tiempo sin madurar, lo guardaremos en la nevera en una bolsa de papel con agujeros, nunca en una de plástico cerrada.

Eso sí, para evitar que envejezca por la maduración de otras frutas cercanas, es imprescindible que el plátano se conserve siempre por separado.