APRENDE A COMER SALUDABLEMENTE

AUTOR: Ariadna magriñá, dietista y nutricionista de Menja sa
PUBLICADO EN LA REVISTA SABOR Nº 346

Muchas dietas de moda, que aseguran una pérdida de peso rápida, pueden poner en riesgo tu salud. La clave para adelgazar sin sufrir es escuchar a tu cuerpo y seguir una alimentación sana.

Cuando se busca una pérdida de peso, muchas personas quieren que todo sea rápido, fácil y barato, con lo cual acaban escogiendo cualquier dieta que esté de moda en ese momento. Las dietas llamadas milagro ofrecen perder peso de manera rápida, poniendo en riesgo la salud. Destacan por ser altamente hipocalóricas, sin priorizar la pérdida de grasa corporal, no enseñan a comer saludablemente, no son efectivas a largo plazo y tampoco son personalizadas. Realmente el peso que se pierde suele ser a expensas de agua y masa muscular. También aumenta el riesgo de padecer alguna carencia nutricional, frustración, ansiedad, cambios de humor, menor control por comer, etc.

El motivo por el que las personas se decantan por realizar este tipo de dietas es muy simple: evalúan únicamente el progreso mediante el peso de la báscula, y eso es un error.

A la hora de perder peso, lo que realmente debes valorar es la pérdida de grasa corporal, tener una buena salud física y psicológica, descansar bien y tener una mejor calidad de vida. También es importante disfrutar comiendo sin remordimientos y alimentarse acorde con las señales de hambre y saciedad, la llamada ingesta intuitiva. Otros aspectos a tener en cuenta son que se pueda aumentar la capacidad aeróbica  y que se mejoren los parámetros analíticos.

Para conseguir que todos estos parámetros estén en orden, el proceso se debe centrar en aprender a comer saludablemente. Y para ello no siempre es necesario contar calorías.

 

Pequeños cambios, grandes resultados

Estos sencillos gestos te ayudarán a mejorar la alimentación:

  • Realiza el número de comidas que se adapten a tus horarios y señales de hambre.
  • Aprende a diferenciar el hambre real (fisiológica) de la “gula” (hambre emocional) para gestionar tu ingesta. De esta forma, evitarás comer cuando realmente no tengas apetito.
  • Escoge opciones saludables para comer entre horas: hummus con zanahoria, cherrys, frutos secos, fruta…
  • Añade siempre en cada comida principal una buena ración de verdura, hidratos de carbono y proteínas.
  • Sustituye el embutido de tus bocadillos: atún con escalibada, salmón ahumado con queso fresco y espinacas, tortilla francesa….
  • Decántate por las buenas cocciones: vapor, horno, plancha, hervido…

Para perder grasa no hay que pasar hambre ni sufrir a la hora de comer. Por lo tanto, evita “ponerte a dieta” y céntrate en lo verdaderamente importante: adapta tu alimentación a tus gustos y horarios, come de forma sana y escucha tus señales de hambre y saciedad.