¿CELULITIS? APRENDE A COMER MEJOR

AUTOR: Esther Escolán (Texto) / Menja Sa (Asesores nutricionales)
PUBLICADO EN LA REVISTA SABOR Nº 345

Factores genéticos y hormonales explican la aparición de la piel de naranja. Una alimentación saludable basada en la dieta mediterránea y un estilo de vida activo nos ayudarán a minimizarla.

La celulitis es una condición de la piel común en la mayoría de mujeres, de manera que forma parte inevitable de su cuerpo. Conocida también como piel de naranja, la celulitis se traduce en pequeños nódulos de grasa que se depositan debajo del tejido conectivo de la piel y que evitan que la zona tenga un riego sanguíneo y un drenaje correctos. Las zonas corporales donde se da con más frecuencia son los muslos, los glúteos y el estómago.

Los surcos que la celulitis ocasiona en la piel normalmente no provocan dolor y solemos reparar en ella a medida que se acerca el buen tiempo y nos apetece lucir radiantes. Pero ojo, porque hay que prevenirla o acecharla durante todo el año si queremos ver algún resultado.

 

Sin soluciones milagrosas

No existe ninguna solución milagrosa ni ningún tratamiento exprés para eliminar la celulitis porque esta tiene una base genética y hormonal que, de momento, no se puede modificar. Lo que sí está en nuestras manos es mejorar o ayudar a estabilizar esa parte hormonal dentro de lo posible, y esto solo se consigue apostando por un estilo de vida activo y una alimentación saludable.

Es cuestión de perseverancia y de empezar con algunos gestos sencillos. No se trata de ir al gimnasio todos los días, sino de practicar ejercicio físico para consumir energía y quemar grasa. Y esto implica subir escaleras, caminar a buen ritmo durante, al menos, media hora diaria o practicar algún deporte que nos guste. También es recomendable no llevar ropa demasiado ajustada y mantener la piel bien hidratada.

Por otro lado, la mayoría de expertos coinciden en afirmar que todos los alimentos de los seis grupos básicos de una alimentación saludable son recomendables para no agravar la celulitis. Para ello nada más aconsejable que nuestra dieta mediterránea, que nos proporcionará todo lo que necesitamos para alimentarnos de forma equilibrada, con recetas basadas en frutas y verduras e ingredientes que contengan fibra y almidón a la vez (cereales integrales, legumbres, pseudocereales) y grasas insaturadas.

 

¿Qué se debe evitar?

Seguir dietas pobres en fibra y con exceso de azúcares añadidos y grasas saturadas favorece el aumento de tejido graso. Por tanto, deberemos prescindir de alimentos como los embutidos, la repostería, las salsas grasas y los fritos, así como de refrescos con gas y bebidas alcohólicas. También cabe reducir el consumo de sal, la causa más extendida de la retención de líquidos y presente en cantidades poco recomendables en alimentos procesados.