UVAS, PERLAS DE DULZOR

AUTOR: Lali Vila
PUBLICADO EN LA REVISTA SABOR Nº 319

De pulpa jugosa y dulzona, las uvas siempre son siempre muy bien recibidas cuando se sirven en la mesa. Y es que estas pequeñas perlas de la naturaleza están exquisitas de cualquier manera: solas, con migas y jamón, combinadas con codorniz y cava…

Esta fruta pequeña y dulce que se obtiene de la vid, nace en racimos, en forma de pequeños granos. Un racimo puede tener hasta 300 uvas según la variedad de uva de la que se trate. Las uvas pueden ser negras, doradas, amarillas, rosadas, marrones, púrpuras o blancas. Estas últimas, las blancas, en realidad son uvas rojas que han mutado genéticamente y carecen de antocianos, los responsables de su pigmentación.

 

La uva en el viejo continente

El cultivo de la vid es uno de los más antiguos que se conocen, y de los primeros que cultivó la humanidad.
Por ese motivo ha jugado un papel relevante a lo largo de la historia de las distintas civilizaciones que han poblado la tierra. Los romanos desarrollaron la viticultura y la extendieron por todo su imperio. El cristianismo, unos siglos más tarde, se encargaría de extenderlo por todo
el mundo occidental hasta llegar a nuestros días.

 

Fuente de energía natural

La uva es una fruta que se puede comer fresca durante los meses de otoño y principios de invierno. Su sabor cambia poco de una variedad a otra. Contiene agua en un 80% y azúcares (glucosa y fructosa)  que pueden variar del 14 al 25% dependiendo de su grado de maduración. Estos azúcares se suelen absorber rápidamente, proporcionando energía inmediatamente a quien la consume. Sin embargo, precisamente por la cantidad de azúcar que contiene, su consumo no es muy recomendado en el caso de las personas diabéticas. A pesar de esto, tanto su piel, como su carne y sus pepitas, contienen muchas propiedades beneficiosas para el organismo. Concretamente en la piel de estas frutas  se  hallan las flavonas, que son  sustancias antioxidantes que ayudan a proteger los vasos sanguíneos, previenen la arteriosclerosis y estimulan el sistema inmunitario. Las uvas también son rica en potasio, magnesio y calcio.

 

¡Escoge bien!

En el momento de la compra es importante seleccionar los racimos completos y abundantes. Hay que fijarse en las uvas y escoger las que estén más firmes y mejor se sostengan en el tallo. Si los uvas están arrugadas, tienen manchas o están demasiado verdes (las uvas dejan de madurar una vez extraídas de la vid), mejor no comprarlas.

Gracias a su alto contenido en sustancias antioxidante, la uva  y su mosto (zumo de uva) son alimentos que favorecen el buen estado de las arterias y del corazón.