PEQUEÑOS GESTOS PARA SALVAR EL PLANETA

PUBLICADO EN LA REVISTA SABOR Nº 318

Cambiando pequeñas rutinas cotidianas y adoptando hábitos saludables, podemos reducir nuestro efecto negativo sobre el planeta.

 

Emisión de CO2 a la atmósfera, vertidos incontrolados de sustancias tóxicas al mar o a los ríos, destrucción de la masa forestal, exceso de residuos domésticos e industriales… la lista de actos contra el planeta es larga, muy larga. Desde hace años, los expertos nos están recordando que si no hacemos algo para evitar, o reducir, todas estas acciones acabaremos alterando, de forma definitiva, nuestro entorno. Ante estas noticas tan desesperanzadoras, la única salida que tenemos es apostar por cambiar nuestra relación con la naturaleza. La clave está en tomar conciencia de lo que está pasando y que cada persona, empresa u organismo, en la medida de sus posibilidades, se preocupe por adquirir hábitos más ecológicos e intente buscar soluciones que sean más “amables” para el planeta. También es primordial concienciar cuanto antes a los niños para que en un futuro sean adultos responsables con el medio ambiente.

 

Cambiar las rutinas

Si entre todos asumimos, como parte de nuestras rutinas, algunos sencillos gestos ecológicos conseguiremos que la situación empiece a cambiar.

Una buena idea, en el momento de hacer la compra, es llevar el carrito, un cesto o una bolsa de tela para no tener que usar una de plástico. Otra buena sugerencia es comprar productos de tamaño familiar ya que generan menos residuos y elegir productos fabricados con materiales reciclados para, de esta manera, cerrar el ciclo del reciclado.

Por otro lado, es conveniente caminar más y usar menos el coche. Utilizar la bicicleta, recurrir a los trasportes públicos o compartir el coche también son tres excelentes opciones.

Ya en casa es básico reducir el consumo energético utilizando bombillas de bajo consumo, no dejando los aparatos eléctricos en stand by y comprando electrodomésticos A+++. A la hora de poner en marcha la lavadora y el lavaplatos, hay que procurar que siempre estén llenos. Otra medida para ahorrar agua es instalar reductores del caudal en los grifos, controlar que estos no pierdan agua y ducharse en lugar de bañarse.

Por lo que se refiere a la basura, es primordial separarla según su contenido. No cuesta nada agrupar en casa el vidrio, el plástico, el papel o los deshechos orgánicos y, luego, depositarlos en el contenedor adecuado.

Para finalizar, un último consejo: la mayoría de materiales pueden tener más de una vida útil, bien sea reparándolos para un mismo uso o buscándoles un uso diferente con un poco de imaginación.