AGNÈS MARQUÈS

AUTOR: Revista Sabor
PUBLICADO EN LA REVISTA SABOR Nº 350

La conocida periodista nos habla de cómo es su día a día, de lo que le aporta su profesión y de algunas de sus rutinas para cuidarse por dentro y por fuera.

Ni las condiciones que han rodeado esta entrevista ni las que han marcado nuestro país y el resto del mundo las últimas semanas son en absoluto las habituales. Todavía tardaremos meses en recuperar cierta normalidad y, por supuesto, cabrá analizar lo ocurrido y proyectar nuevas formas de trabajar y hasta de relacionarnos. Si hay dos elementos que se han erigido como claves en la gestión de la COVID-19 han sido la comunicación y la información, terrenos por los que Agnès Marquès transita desde hace casi dos décadas. Mallorquina de nacimiento y catalana de adopción, esta periodista ha hecho radio y televisión, imparte clases en la universidad y también se ha atrevido con la literatura. ¿Hay algo que se le resista?

¿Cómo describirías con tan solo tres adjetivos el contexto informativo actual?

Contesto esta entrevista a mediados de abril, durante el confinamiento total decretado por el Gobierno. En estas circunstancias, los tres adjetivos serían: complejo, limitado y confinado.

Hemos pasado por unos meses muy duros debido a la pandemia de la COVID-19 y el posterior estado de alarma. ¿Crees que este escenario ha servido para refrendar el papel social del periodista?

La tarea del periodista en este periodo ha sido especialmente complicada. Con ruedas de prensa a distancia en las que un jefe de prensa elige las preguntas que se admiten y en las que el periodista no tiene oportunidad de repreguntar. Otro escenario complicado ha sido el de no poder informar in situ debido a la situación de confinamiento. Los medios de comunicación, a pesar de ser un servicio esencial, han tomado las mismas medidas que el resto de empresas: teletrabajo y exposición mínima de sus trabajadores. Sin duda, un ejercicio de responsabilidad, pero hay que admitir que eso ha dificultado mucho el trabajo de los periodistas a la hora de explicar qué es lo que realmente pasaba, por ejemplo, en los hospitales.

¿Qué elementos son los que deben primar en el ejercicio del periodismo?

El elemento que debe primar al trabajar de periodista es la honestidad. Para mí, el buen periodismo es honesto o no es periodismo.

¿Cómo llegó Agnès Marquès al mundo del periodismo? ¿Fue algo vocacional?

Creo que sí, fue algo vocacional. Conservo algunos escritos de séptimo y octavo curso de EGB (1.º y 2.º de ESO ahora) en los que explicaba algunas noticias que había visto en televisión. El incendio del Liceo, por ejemplo. Los guardo como un tesoro. Solo recuerdo querer ser otra cosa cuando era más pequeña: pintora.

¿Cómo recuerdas tu época de estudiante cuando asistías a la Universidad Ramon Llull?

Fueron unos años muy especiales: salir del cascarón, relacionarme con gente distinta, empezar a ver el mundo con ojos de adulto y, sobre todo, empezar a estar en contacto con el ejercicio del periodismo. De golpe, todo a mi alrededor me parecía interesante y estimulante.

¿Qué es lo que más te satisface de tu profesión?

Poder ejercer de periodista me parece todo un lujo como experiencia vital. Permite acercarse a personas, vidas, vivencias que de otro modo quizás es más complicado conocer… Si eres periodista, aprendes algo cada día. Como profesional, impone el ejercicio de responsabilidad que conlleva. Es importante que imponga.

¿Hay alguna lección vinculada a tu profesión que te haya marcado especialmente?

Sí hay una lección: creo que esta es que la vida está llena de matices y que las cosas casi nunca son lo que parecen a simple vista.

Aunque la mayoría de tu trayectoria ha estado vinculada a la radio, también has trabajado en televisión, te has involucrado en documentales y series, tienes un libro en el mercado y das clases de periodismo. ¿En qué registro te sientes más cómoda?

¡Me siento muy afortunada porque hasta el momento he disfrutado muchísimo de todo lo que he hecho! Creo que el común denominador es estar en contacto con realidades distintas y poder explicarlas. En lo que respecta a las clases en la universidad, empecé siendo solo diez años mayor que mis alumnos. ¡Ahora les saco casi veinte! Yo también aprendo de ellos.

¿Recuerdas algún momento en el que pensaras “tierra, trágame” durante algún directo?

Buenoooo… (Ríe). No sabría escoger uno en concreto, pero por supuesto que los ha habido. Lo más inoportuno que puede pasarte es que ocurra algo a tu alrededor que te provoque risa en el momento menos adecuado. Tanto en la radio como en la televisión, los oyentes y espectadores solo alcanzan a ver lo que se emite, pero a nuestro alrededor pasan muchas cosas. Hay otros compañeros que intervienen en la emisión y que están fuera de cámara o de micro. Esa doble realidad, la que ven los espectadores y la que vivimos como periodistas en directo, a veces tiene algunas disfunciones hilarantes.

Actualmente, presentas el programa No ho sé de la emisora de radio Rac1. ¿Siguen imponiéndote los instantes antes de estar en el aire? ¿Tienes algún ritual?

Los minutos antes de empezar repaso mentalmente el programa, qué temas vamos a tratar, las entrevistas que haré y qué enfoque les quiero dar. En cuanto entro al estudio hay tres cosas que siempre hago: apagar el aire acondicionado, subir la silla del estudio al máximo y beber agua.

¿Y qué rutinas intentas adoptar en tu día a día para cuidarte por dentro y por fuera?

Debería hacer más, sin duda. Me encanta hacer yoga y pilates. Hace años empecé con el pilates y esta práctica me llevó al yoga. Me pregunto por qué son prácticas que no se empiezan a impartir en las escuelas. A mi juicio son el equilibrio perfecto entre cuerpo y mente. No hago meditación, pero cada día necesito un rato de silencio y quietud a mi alrededor. No es fácil conseguirlo siempre, pero noto que cada vez lo necesito más.

¿Qué alimentos no pueden faltar en la despensa de Agnès Marquès?

En la lista de deseos o caprichos el cuerpo me pide siempre queso, aceitunas y avellanas. Por lo demás, soy de buen comer y me encanta probar nuevas recetas y sabores exóticos. De todos modos, la dieta habitual tiende a ser sencilla y con alimentos frescos: mucha legumbre, pescado y fruta.Ahora en verano, me encanta comer crema de melón porque es dulce y refrescante, ideal para días calurosos. Me gusta con jamón crujiente o acompañando un tartar de salmón.

¿Te gusta cocinar?

¡La verdad es que no cocino nada! He tenido la inmensa suerte de estar siempre acompañada de grandes cocineras y cocineros que, además, disfrutan de la cocina.

¿Con qué te gustaría que te sorprendiera la vida próximamente?

Con salud para mí y para los míos. Lo demás lo iremos capeando a medida que vaya llegando. No me asustan los cambios, al contrario. Siempre me han gustado los comienzos.