TANZANIA
AUTOR: Raquel Puente
PUBLICADO EN LA REVISTA SABOR Nº 345
Al pensar en Tanzania, imaginamos un safari entre leones y manadas de ñus o una de las playas paradisíacas de Zanzíbar. En cambio, la gastronomía de este país es una gran desconocida.
Situado en el este de África, Tanzania es un país muy extenso y lleno de contrastes. En una superficie de 945.000 km2 —casi el doble del territorio español— viven más de 120 tribus, pueblos muy hospitalarios a los que les une el suajili, su lengua oficial. En Tanzania se encuentra la montaña más alta de África, el Kilimanjaro, que contrasta con las extensas llanuras de otras zonas del país. También cuenta con 14 parques nacionales, con una de las mayores poblaciones de fauna salvaje del planeta, y la isla de Zanzíbar, considerada una de las más bellas del mundo y conocida como la Isla de las Especias. La capital, Dar el Salaam, está situada en el centro del país, en la costa, frente al océano Índico, y es uno de los puertos más importantes de África. Una visita obligada allí es el mercado local de Kariakoo.
Un país de contrastes… y especias
La cocina de Tanzania está repleta de especias y combinaciones desconocidas para nuestros paladares. Además, sus platos nos cuentan también parte de la historia de este país africano. Por ejemplo, los árabes, que fueron los primeros en llegar a estas tierras, en el siglo IX, introdujeron los cítricos. Algunos siglos más tarde, en 1498, llegó a sus costas el portugués Vasco de Gama. Los portugueses permanecieron dos siglos en el país y llevaron el maíz desde América. Y la mandioca (yuca), un tubérculo similar a la patata, llegó en el siglo XVII y todavía hoy es un cultivo vital en Tanzania para muchos pequeños productores.
La mayoría de los platos típicos del país son comunes a gran parte del este del continente africano. Sin embargo, también hay diferencias y, por ejemplo, el pescado y la carne están presentes en la dieta tanzana, pero en cambio no en la de países vecinos como Ruanda, donde son alimentos reservados para fechas señaladas (Navidad, Pascua o alguna celebración especial).
El ndiziza nyama (guiso de pollo con plátano macho, patatas, tomate y verduras como la zanahoria y el calabacín) se come casi a diario en Tanzania. La elaboración no difiere demasiado de un guiso de los que encontraríamos en nuestros recetarios, solo que incluye plátano macho, un ingrediente que muchos tanzanos cultivan. Y en la isla de Zanzíbar también son típicos platos a base de carne o pescado, como el m’chuzi wa nyama (estofado de ternera con ajo, cebolla, leche de coco, tomate y especias) o el pweza na nazi (pulpo con salsa de coco).
Platos para todos los gustos
La base de la dieta son los cereales. Con ellos se prepara el ugali, muy parecido a un puré de patatas, pero más compacto, que se elabora con harina de maíz y se sirve tanto como desayuno como para acompañar platos de pescado o carne.
También es muy popular el pilau (arroz especiado) con diferentes pescados, sobre todo en zonas de la costa. Otros platos típicos son el samaki wa nazi (pescado al curry con coco) o el wali wa nazi (arroz con leche de coco) en la isla de Zanzíbar.
Tomates, calabacines, espinacas, maíz y otras verduras son habituales en la cocina, así como la papaya, el plátano macho —el ndizi kaanga (plátano frito) es una receta que gusta mucho a los locales y también a los turistas— o el coco, un ingrediente muy popular y empleado en muchos platos.
En el apartado de los dulces, los vitumbua (pastelillos de arroz y coco) acompañan al té o se toman a cualquier hora. Lo mismo que los mandazi (ver receta), una especie de buñuelos que se comen fríos y pueden tomarse como tentempié durante todo el día.