COMER DESPACIO AYUDA A CONTROLAR EL PESO

AUTOR: Montse Barrachinha

A la hora de comer hay que tomarse su tiempo. Hacerlo sin prisas, masticar despacio y con gusto cada bocado y seguir unos sencillos consejos evitan que engordemos e incluso hacen que perdamos unos kilos.

Bajar de peso no siempre es tarea fácil. A menudo las dietas no funcionan y nos dejan frustrados sin entender la razón. Un reciente estudio llevado a cabo por investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Kyushu, en Fukuoka (Japón), constata que el hecho de comer despacio ayuda a perder peso.

La investigación se basa en los datos obtenidos del seguimiento a casi 60.000 personas afectadas de diabetes a lo largo de cinco años. En este tiempo se observó que las personas que ingerían la comida a una velocidad normal tenían un 29 % menos de riesgo de padecer sobrepeso u obesidad, mientras que el grado de probabilidad descendía a un 42 % en aquellas que comían con lentitud.

Sensación de saciedad

Esta asociación entre velocidad y peso se debe a la sensación de saciedad y en ella tiene sus implicaciones el cerebro. El sistema digestivo está relacionado con el sistema nervioso central, por lo que, a medida que ingerimos, el cerebro segrega unos transmisores que indican saciedad o plenitud. Numerosos estudios demuestran que bastan solo 20 minutos para sentirnos llenos. Y es que la digestión comienza al masticar, según indican muchos dietistas. Por ello, las personas que comen en exceso tienden a tragar demasiado rápido y tardan más en sentirse saciadas, mientras que las que lo hacen despacio obtienen antes esa sensación de plenitud.

Además de comer lentamente, el estudio de la Universidad de Kyushu incide en otros dos hábitos alimentarios que deberíamos introducir si queremos mantener el peso a raya: evitar picar tras las cenas y no ingerir nada en las dos horas antes de ir a dormir. Asimismo, muchos expertos recomiendan dedicar al menos 25 o 30 minutos a las comidas, dejar reposar los cubiertos mientras masticamos, esperar cinco minutos entre plato y plato, beber un vaso de agua antes de comer, hablar y evitar sentarnos frente a una pantalla. También aseguran que el solo hecho de mirar la comida nos ayuda a que el cerebro se sienta saciado y que podamos adelgazar con más facilidad.