EL GUACAMOLE, UNA SALSA PARA COMPARTIR

AUTOR: Montse Barrachina

Esta receta tan equilibrada, elaborada con muy pocos ingredientes y todos vegetales, posee indudables beneficios para cualquier edad. Los expertos así lo aseguran. Y es que el guacamole no deja de ganar adeptos.

 

Los aztecas seguro que no preveían que el nutritivo guacamole formara parte del desayuno de deportistas o triunfara como tendencia foodie en las redes sociales. Lo cierto es que esta preparación tan sabrosa no parece ser solo cuestión de moda, ya que su consumo proporciona efectos muy saludables avalados por los expertos.

Su nombre ya lo dice todo: procede de la unión de las palabras ahuacati (aguacate) y molli (mole o salsa). Al principio, el guacamole consistía en aguacate machacado, jugo de limón y sal, pero con el paso del tiempo y al incorporarse a otras culturas y países, a la receta tradicional se le añadió tomate, cebolla, cilantro, ajo y especias como el chile, la cayena o el comino. De este modo, la receta se adaptó a los gustos y costumbres de cada gastronomía.

 

Aguacate, base de la receta

Queda claro que el principal ingrediente de esta salsa tan sabrosa es el aguacate, que para los aztecas tenía connotaciones eróticas y al que atribuían propiedades afrodisíacas. De esta fruta de color verde y textura cremosa, que podemos adquirir durante todo el año, derivan la mayoría de los beneficios del guacamole, gracias principalmente a las grasas monoinsaturadas que contiene. Estas protegen el sistema cardiovascular, pues contribuyen a reducir los niveles de colesterol y trigricéridos, y juegan un importante papel en la estructura y el funcionamiento del cerebro y de las membranas celulares de nuestro cuerpo.

Por otro lado, el guacamole es rico en antioxidantes, que no solo aporta la vitamina E del aguacate, sino también la vitamina C del limón y la quercetina de la cebolla. Estos componentes ayudan a combatir los radicales libres, causantes del envejecimiento prematuro de la piel y del organismo.

 

Pocas calorías

Al ser baja en calorías, esta salsa llena de nutrientes pueden consumirla personas de todas las edades. Resulta ideal para compartir con la familia y los amigos en cualquier momento y su preparación ocupa solo unos pocos minutos. La forma más común de consumirlo es para dipear con nachos, palitos de pan u hortalizas. También se puede mezclar con ensaladas o cereales, incluirlo en sándwiches o untado en unas tostadas como desayuno e incluso servirlo como acompañamiento de una variedad de carnes en sustitución de la mayonesa o de una salsa ranchera, opciones estas mucho menos saludables. Y si se quiere controlar los ingredientes utilizados, nada mejor que elaborar uno mismo el guacamole en casa.