LOS 5 SENTIDOS DE... ADA PARELLADA

GUSTO

¿Qué plato de tu restaurante es el más osado por su sabor? Aunque no por osado, nos enorgullece un arroz del Venere (un arroz negro de origen) con una salsa de sobrasada y queso mahón. Es distinto, de sabores nuevos. ¡Pero gusta a todo el mundo!

OLFATO

¿Hay algún aroma de tu infancia que te haya marcado de forma especial? Los aromas que recuerdo con más intensidad son los sofritos, los caldos, el estofado y las paellas de arroz. Pero hay un olor que me hace tremendamente feliz: el de los chicles Bazoka, aquellos chicles inmensos de color rosa. Cada tarde, cuando llegaba a la fonda de mis padres después de estar en el colegio, cogía un chicle del bar.

En tus talleres de cocina, ¿qué relación se establece entre el gusto y el olfato? A los alumnos les propongo un sencillo experimento: les animo a probar un azúcar aromatizado con canela, pero con la nariz tapada. La lengua solo puede distinguir la textura granulosa del azúcar y su dulzor. Al destapar la nariz, la sorpresa es mayúscula al notar el intenso aroma de la canela.

OÍDO

¿Qué sonidos te inspiran cuando cocinas? Dice mi hermano que lo que suena en nuestros restaurantes es “música de fonda”, que no es lo mismo que la música de fondo. La de fonda es la del movimiento de cubiertos, conversaciones de clientes, susurros de enamorados y choque de copas. La pura verdad es que el sonido que más me inspira es oír cómo bromean y ríen los cocineros del Semproniana.

¿Y en casa? Disfruto enormemente cuando escucho la música de mi época, aquella de los ochenta y los noventa.

TACTO

¿Qué texturas son las que más te seducen? Me encanta que se me peguen los labios después de comer pies de cerdo, bacalao o cap i pota. Las texturas gelatinosas me gustan mucho y me hacen volver a la infancia. Si me quieres hacer inmensamente feliz, ¡invítame a comer mollejas!

VISTA

De tus platos, ¿cuál te gusta más por su aspecto? Me divierte el cuscús con verduras, que servimos en una maceta, protegida con una hoja de col. El cuscús parece la tierra de la maceta y le clavamos las verduras, de manera que parece que sirvamos una planta, eso sí, bien florida.

Hija, nieta y bisnieta de restauradores, Ada Parellada abandonó sus estudios de Derecho para sumergirse entre fogones. A los 25 años abrió Semproniana, un espacio lleno de personalidad, con una propuesta culinaria adaptada a las diferentes necesidades. Incansable divulgadora, es impulsora de iniciativas gastronómicas dirigidas a adultos y, en especial, al público infantil. Semproniana. Rosellón, 148. Barcelona. Para reservas: 93 453 18 20.