CONSEJOS PARA UNA DIETA SANA EN VERANO

AUTOR: Montse Barrachina

Cuando llega el calor, la comida debe nutrir y refrescar sin implicar un cambio drástico en la rutina de tu dieta. Solo tienes que adaptarla para que sea variada, equilibrada y moderada.

Ni obsesionarse por la silueta ni abandonarse a los excesos. Puedes disfrutar del verano y de las vacaciones sin grandes cambios en la alimentación, solo los justos y necesarios. Antes de dar un paso en falso, toma nota de nuestras recomendaciones para esta nueva temporada.

. Bebe mucho líquido. Lo ideal es entre 2 y 2,5 litros al día. Lleva una botella de agua encima o un termo con alguna infusión para ingerir a lo largo del día. Recurre a sopas y cremas frías, que te hidratarán sin aportar muchas calorías.

. Prioriza el consumo de verduras y frutas. Te ayudarán a restituir el agua y los minerales que pierdes con las altas temperaturas. Aprovecha los vegetales y hortalizas crudos, sin cocinar, para aprovechar todas sus propiedades.

. No dejes de consumir alimentos básicos. Los lácteos, los cereales y el aceite de oliva deben continuar siendo parte esencial de tu dieta, pues aportan componentes necesarios para una buena nutrición.

. Más pescado que carne. El pescado te facilitará las digestiones. En caso de comer carne, elige cortes magros.

. Cenas ligeras. Favorecen el descanso. Opta por verduras y pescado a la plancha, por ejemplo, y huye de fritos y grasas.

. Fruta de postre. Para el final de las comidas, toma una ración de fruta o un zumo natural sin azúcar.

. Evita los refrescos azucarados. Contienen azúcares añadidos y calorías extras, aparte de que pueden provocarte más sed.

. Evita las bebidas alcohólicas. El alcohol deshidrata la piel y retiene líquidos.

. Toma helados con moderación. Son preferibles los de hielo y los elaborados con zumos naturales o con frutas a los de crema. Procura no consumirlos por la tarde o noche, ya que difícilmente podrás quemar esas calorías.

. Conserva correctamente los alimentos. Guarda los que ya estén cocinados en recipientes tapados y colócalos en los estantes superiores del frigorífico, mientras que los crudos sitúalos en la parte inferior. No dejes alimentos en el horno ni a temperatura ambiente porque se estropearán.

. Para los días de playa. Transporta la comida en una nevera portátil y asegúrate de que mantiene el frío. Prepara ensaladas y otras elaboraciones refrescantes y consérvalas en un recipiente hermético. No comas solo bocadillos o sándwiches y, si lo haces, varía el contenido cada día y reduce la cantidad de pan. Incluye yogures y fruta como postre o tentempié.

. Practica ejercicio físico al aire libre. Aprovecha las primeras horas del día o el atardecer, ya que la temperatura es más suave.