CÓMO COCER LOS HUEVOS DUROS Y PELARLOS (¡Y QUE TE QUEDEN PERFECTOS!)

PUBLICADO EN LA REVISTA SABOR Nº 337

Quienes no lo haya hecho nunca pensarán que estamos hablando de una soberana tontería.

 

Sin embargo, aquellos que se han “peleado” literalmente por conseguir pelar los huevos una vez cocidos y conseguir que queden con una presentación perfecta saben de qué estamos hablando.

Para empezar hay que hablar de la cocción: los huevos deben introducirse en el agua ya hirviendo y, a partir de ahí, calcular 10 minutos y, luego, escurrirlos y refrescarlos bajo el chorro del grifo para parar la cocción.

Una advertencia: si se cuecen durante más tiempo, los huevos desarrollan esos desagradables compuestos azufrados característicos y que tan poco nos gustan. Además, por la misma razón, el color de la yema empieza a descomponerse pasando del amarillo al cetrino verdoso. Queda dicho.

Una vez cocidos y ya fríos, llega el momento de pelar los huevos. ¿Unos golpecitos en el mármol de la cocina para que se rompa la cáscara? Por supuesto ¿Un pellizquito en la cáscara para poder retirarla con más facilidad? Cuidado, ahí pueden empezar los errores. Lo que hay que hacer es lo siguiente:

Simplemente hazlos rodar sobre una superficie plana presionándolos ligeramente con el dorso de la mano. Luego, colócalos debajo del chorro del grifo y retira la cáscara. ¡Verás con qué facilidad sale!

Conseguirás unos huevos duros perfectos, dignos del mejor chef. Ideales para prepararlos rellenos, empanados, en guisos, ensaladas….