RESTAURANTE YAKUMANKA - DEL MAR A LA OLLA

AUTOR: Montse Barrachina
PUBLICADO EN LA REVISTA SABOR Nº 341

El clima alegre y relajado del Yakumanka rinde tributo a las clásicas cebicherías limeñas. Sus aromáticas propuestas nos traen lo mejor de la cocina de pescadores del país andino, con mucho ají y, por supuesto, con mucha leche de tigre.

El joven chef peruano César Bellido se encuentra al frente de los fogones y el servicio del Yakumanka y lidera un equipo cosmopolita que elabora y sirve ricos platos marinos. 

En quechua, lengua de los incas que todavía se habla en Perú, yakumanka significa “olla de mar”. Este es el nombre escogido por el chef peruano más internacional, Gastón Acurio, para regresar a Barcelona, esta vez con los sabores más populares de la cocina de su país. Lo hace con un restaurante en el corazón del Eixample y de la mano de Alonso Ferraro y Mari Carmen Morales, sus socios en esta nueva aventura.

Con su decoración marinera y el ambiente luminoso del interior, el Yakumanka nos hace sentir en una auténtica cebichería limeña. El espacio recrea un patio al aire libre, a imagen y semejanza de la atmósfera alegre e informal que destilan este tipo de establecimientos, situados frente al mar o en cada esquina de la capital andina. Aquí se unen las recetas más definitorias de la gastronomía peruana con los productos locales, frescos y de calidad, en especial los pescados y mariscos, su indiscutible plato fuerte.

 

 

 

Junto a la entrada de los fogones ya se avisa con humor: “Nuestros pescados son salvajes como nuestros cocineros”. Una declaración de intenciones en toda regla. Quienes producen, elaboran y sirven los platos son un simpático y atento equipo cosmopolita, de aquí y de allá, capitaneado por el joven chef César Bellido, de 28 años, quien fue jefe de cocina del Astrid & Gastón, en Lima.

Delicias del mar

Cada mañana, en el Yakumanka una pizarra anuncia los platos especiales del día. Dicen que las croquetas de ají de gallina te hacen volver una segunda vez. Otro de los grandes atractivos del restaurante es la vitrina donde quedan expuestas las delicias del mar a la vista de los comensales: almejas, lubina, ostras, pulpo, corvina, escorpina… Es la procedente de nuestra costa más próxima. “Está pensado para que el cliente tenga libertad de elegir lo que quiere comer, y nosotros se lo preparamos al instante”, explica César Bellido.

Platos desconocidos y sorprendentes

Pero la carta del Yakumanka nos depara otras muchas propuestas, desconocidas y sorprendentes en sabor, textura y color, que se sirven en porciones ideales para compartir. En ellas no puede faltar el ají y la leche de tigre.

Para empezar, nada mejor que dar un pellizco a los piqueos criollos, con las croquetas de adobo de cerdo al estilo arequipeño o los choritos a la chalaca. Para continuar, resulta obligado descubrir los deliciosos tiraditos, elaborados con pescado blanco del día y también con leche de tigre. Tampoco hay que dejar de probar las causas limeñas, de origen precolombino, o los anticuchos, las típicas brochetas de corazón de res, de lengua, de pulpo, de pollo… Al llegar a los postres, el chef nos recomienda los picarones, un dulce con forma de rosquillas.

En el Yakumanka han tomado el pisco como base para crear diferentes bebidas en su barra de cócteles. Así, de la mezcla de este aguardiente con vermut ha surgido el Capitán Barcelona, o al incorporar zumo de maracuyá, albahaca, hierbabuena y huacatay, no podía salir otra cosa que el aromático y dulzón Chilcanazo.